¿Has notado que ciertas estéticas, canciones y expresiones artísticas de los noventas/ochentas y principios de siglo han resurgido con fuerza en el último tiempo?
¿Robbie Williams estrenando un film nuevo? ¿Los Gallagher reuniéndose para una gira mundial de Oasis? ¿Toei Animation estrenando Dragon Ball Daima como obra póstuma de Toriyama? ¿Cobra Kai liderando los rankings de Netflix como una de las series más vistas? ¿Nintendo “renovando” su catálogo con juegos retro de Super y 64?
Las marcas siempre han querido brillar con luz propia, encontrar su voz y conectar de verdad con su gente. Pero ahora que la IA está metida en todos lados, hay una cosa que hace ruido: si todas las marcas empiezan a usarla sin criterio, sin alma, sin filtro y sobre todo sin intervención humana… al final todas estas marcas terminan hablando igual, como si salieran del mismo molde de fábrica.
El mundo del marketing digital es desafiante y altamente competitivo. Es un espacio donde la estrategia, la creatividad y la capacidad de adaptación son clave. Pero cuando eres mujer y, además, líder en la empresa que trabajas, el desafío adquiere una nueva dimensión “se convierte en un acto de resistencia”.
En Convertible tratamos de no amplificar frases de moda sobre tendencias o tecnología “que la lleva”. Nuestros clientes saben que su ventaja competitiva no depende de un algoritmo y que no se puede “automatizar” una marca ni una campaña. Pero claro que usamos inteligencia artificial (y mucho!), así que nos pareció buena idea explicar cómo, cuándo y para qué la usamos. ¡Vamos a ello!
En Convertible tratamos de no amplificar frases de moda sobre tendencias o tecnología “que la lleva”. Nuestros clientes saben que su ventaja competitiva no depende de un algoritmo y que no se puede “automatizar” una marca ni una campaña. Pero claro que usamos inteligencia artificial (y mucho!), así que nos pareció buena idea explicar cómo, cuándo y para qué la usamos. ¡Vamos a ello!
El delicado equilibrio entre Branding y Performance
No son respuestas excluyentes, son complementarias. Depende de tus objetivos. Lo más saludable siempre es equilibrar tu inversión considerando ambos, pero en tiempos de crisis, siempre hay que priorizar.
El marketing de marca (branding o awareness marketing) es difícil de medir en el corto plazo y se enfoca en difundir un mensaje, un sentimiento o una experiencia de marca. Dar a conocer tu empresa y generar una conexión emocional con tu público objetivo, reflejando la esencia de tu marca y tu diferenciación.
El marketing de resultados (performance marketing), en cambio, se centra en generar clientes potenciales y ventas más o menos inmediatas. Siempre es medible y tiene una mirada estratégica, pero se basa en los resultados de corto plazo. Requiere análisis, interpretación y creatividad, pero se enfoca en lo tangible y objetivo. Si el branding es el alma de la marca, el performance es el soporte vital para el cuerpo con el que la marca logra sus sueños.