En el mundo del marketing digital se ha debatido durante la última década y, reforzado en los últimos años, un dilema central: ¿viralidad o credibilidad? Esta reflexión, muchas veces pasada por alto, se vuelve esencial en un entorno donde la velocidad de información puede opacar la autenticidad. Es importante discernir entre la búsqueda de atención masiva y la construcción de confianza.
En este blog exploraremos, cómo las marcas equilibran la búsqueda de viralidad sin comprometer su credibilidad, trazando implicaciones para la identidad y percepción en un mundo saturado de información efímera. Para hacerlo, recordemos un ejemplo que obtuvo reconocimiento internacional.
En 2017, Pepsi publicó un spot comercial protagonizado por Kendall Jenner que generó controversia al mostrar a la modelo participando de una manifestación y resolviendo el conflicto con un policía ofreciéndole una lata de Pepsi. Como si una lata de bebida pudiera solucionar problemas profundos en la sociedad.
Esto generó molestias por falta de autenticidad, simplificación de problemas sociales que se generaban en esos momentos en EE.UU. (Black Lives Matter tomaba fuerza durante ese período) y el uso de figuras públicas. Esto resultó en que Pepsi tuvo que retirar el anuncio a las 24 horas después de su lanzamiento acompañado de disculpas públicas por parte de la compañía. Aún es posible encontrar el spot mencionado aquí.
El caso mencionado se produjo porque Brad Jakeman, presidente de PepsiCo, decidió para esta publicidad no trabajar con una agencia publicitaria, en cambio, llevó a cabo el proyecto con un estudio perteneciente a la compañía con tal de abaratar tiempo y costos.
Sin embargo, Pepsi no tuvo otra opción más que bajar el anuncio de 5 millones de dólares. Una pérdida considerable por la desafortunada decisión de adherirse a tendencias sin una estrategia. No obstante, hoy en día existen mayores desafíos en la era digital.
La mayoría del contenido que consumimos a través de nuestros dispositivos es efímero, plataformas como TikTok han establecido las directrices para la generación de contenido rápido, liviano y olvidable.
Esta dinámica, desde mi punto de vista, resulta perfecta para una persona natural. Sin embargo, si somos o representamos una marca, empresa o corporación, es imprescindible, al menos cuestionarnos si aplica de la misma manera para este propósito.